Reconocible y fiel a sí mismo

De color rubí rojizo de capa media-alta, muy estable, brillante, luminoso, vivo, reflejos anaranjados. Borde cobrizo sin apenas diferencias con el menisco.

Intenso, expresivo, elegante, abierto, mostrando gran equilibrio entre la crianza clásica y una desbordante carga de fruta en sazón (moras, grosellas, ciruelas negras). Equilibrado, redondo, fragante, con un fondo perfumado a pétalos y flores marchitas acompañado de un deje de pimienta negra y pan tostado. Van saliendo especiados y notas de café aromático, cacao en polvo, cremosos, cuero viejo, pluma, caza... Muestra ya muchas de las virtudes de un 904 "joven" y aún no da síntomas de gran evolución en botella. Irá a más en unos años.

Sólido y equilibrado como los buenos vinos de La Rioja Alta. Excelente acidez, sabroso, con un deje de dulcedumbre de calidad, lleno de fruta madura, sedoso, térreo, dotado de taninos finísimos pero firmes y vivos, y un deje de amargosos que se estira indefinidamente en boca. Un tinto que parece que ha comenzado a perfilarse definitivamente en los últimos meses y que comienza a mostrar todo lo que podemos esperar de un buen 904: reconocible y fiel a sí mismo. Vino imprescindible!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/08/la-rioja-alta-904-gran-reserva-1997_16.html