Posiblemente sea de los Tinto Pesquera más sabrosos que he probado.

Rojo cereza de capa alta y pequeño ribete granate ocre. Nariz frutal, limpia, necesita por menos media hora en decantador para abrirse. Muestra aromas de frutillos silvestres maduros y en confitura, sobre notitas vegetales, especiadas, de cueros finos, tabaco, maderas aromáticas, tierra de maceta, hojarasca y corteza de cedro. Final de zarzamora y grosellas con algo que recuerda a la tizne de chimenea que deja su aroma ahumado sobre la fruta pequeña del bosque. En boca es muy rico, sápido, con sabores de frutas del bosque en confitura de pinceladas alicoraditas y sobre notas especiadas que realzan la tanicidad en el paso dejando bastante persistencia frutal a la vez que frescura. Posgusto con esos frutillos silvestres ( grosellas ), pulpa cerca al hueso de ciruelas, tostados y especias. Por vía retronasal salen notitas vegetales y de piracina más propias de otras variedades internacionales que de la Tinto Fino y casi todo lo percibido por nariz con un excelente orden sensorial. Un vino estupendo, complejo, con mucha fruta del bosque pequeña y una excelente crianza que vislumbran el camino hacia la cremosidad de los taninos dulces. Está en un momento muy bueno de disfrute y al que la botella le va a dar mucho juego en los próximos años, una o dos décadas más seguro. Posiblemente sea de los Tinto Pesquera más sabrosos que he probado.