Rojo de gran intensidad. Burbuja fina.
Buena paleta aromática. Fruta roja, flores silvestres, aspirina, almendras, brioche, humedad y piedras.
Boca armada, aunque refrescante y con una excelente acidez. Paso amargo, con un carbónico persistente y unos sabores conjuntados. Toques primarios, a panadería, madera vieja y mineralidad. En esta fase los recuerdos a aspirina también están muy presentes.
Final persistente y perfumado.
Un riquísimo rosado que va mejorando en copa y hace salivar.

Rosa pálido, burbuja fina y persistente.
Aromas expresivos desde el principio a rosas, jazmín, piel de limón, hierba húmeda, algo de mantequilla y pan.
En boca es un vino bien armado, pero al mismo tiempo muy sensual. El carbónico se encuentra perfectamente integrado y la acidez es excelente. Tonos a flores, frutas rojas, bollería y piedras.
Final largo y perfumado.
Un Champagne magnífico con varios puntos fuertes a su favor: es muy vínico, cuenta con un perfecto balanceo entre armazón y finura y te lo bebes sin darte cuenta, que al final es lo más importante de todo. Y se me olvidaba, todo ésto por menos de 30€.

Rosado pálido brillante, burbuja media.
Intenso y frondoso en nariz, destacan sus notas de frutillos rojos, la bollería, los cítricos más bien de pomelo, un ligero tono especiado, recuerdos de hierbas aromáticas, en fin, una nariz no muy compleja pero llena de encanto frutal y limpieza.
En boca es fino y grácil, da gusto beberlo por su acidez, su paso limpio y cremoso, su burbuja perfectamente integrada y su recuerdo frutal y cítrico en el final, dejando de nuevo los frutos rojos ácidos en el posgusto. Buena persistencia.
Un rosado más bien de aperitivo, no muy complejo pero encantadoramente frutal, lleno de equilibrio y de finura, uno de esos vinos que se beben solos. Nos gustaron más los Champagnes “blancos” del productor, pero este rosado nos parece al final igual de recomendable. Unos 29 euros, buena RCP.