Casi han transcurrido 4 años desde la última botella tomada de esta añada aunque mi voluntad era haberla bebido hace 2 años. No me importa por que he descubierto una propiedades en el vino que no me esperaba encontrar. Y así me enfrento con varias novedades.
La primera es que el corcho no es el adecuado para conservar este vino tantos años.
A la vista me encuentro con un color amarillo dorado que se mantiene limpio y brillante. Abundante y gruesa lágrima que se desliza con parsimonia por el cáliz de la copa.
En nariz ha perdido frescura. Ahora notas salinas y oxidativas. Notas minerales profundas y de mucha complejidad.
En boca muy elegante, muy untuoso y aterciopelado. Muy complejo, frutal, seco, salino y mineral. Mantiene una fresca acidez que invita a beber y que le va a dar un poco más de vida. Muy grato, complejo y profundo paso de boca. Sigue siendo muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos
No describo el tipo de botella por que se ha hecho en anteriores comentarios. Sí tengo que decir que esta botella y otra que tengo en la reserva es de la misma partida que la comentada por el amigo y compañero Gabriel Argumosa. Son de la misma caja.
A la vista se manifiesta amariilo ligeramnte dorado, limpio, brillante, gruesa lágrima que se desliza con lentitud por la copa.
En nariz, después de una buena aireación, intensa fruta blanca, flores blancas, cítricos, notas de manzana, de cítricos.
En boca es elegante, glicérico, frutoso, aterciopelado, untuoso, con potencia, con elegante acidez, gran paso de boca. Me dá una permanencia en boca de 3,45 minutos.
En resumen un gran albariño trabajado con cariño y profesionalidad por Pepe Hidalgo en la extraordinaria finca de Pazo Baión. Es un vino blanco que perfectamente se puede jarrear y airear antes de su consumo. Lo que ha perdido es frescura, lo ha ganado en aromas, gliceridad y elegancia. Me apunto a estos vinos. La próxima botella dentro de un año.
A la vista se muestra con un color pajizo, apreciándose unos destellos y ribetes de colores verdosos. Limpio y brillante.
En la nariz se presenta con una intensidad de tipo alta para ser un blanco, con sus detalles de florales, frutal, cítrico, con frescor.
En la boca se muestra con frescor, buena acidez, muy de la variedad, con azahar, detalles de cítricos y hasta algo de fruta tropical sin poder definir de cual se trata. Fase final larga con su frescor y detalles de la variedad.
Botella ya definida en el anterior comentario
En conjunto, sin ser yo una gran apasionado de los albariños, este me encanta y en este tiempo que ha pasada desde la anterior cata, ha evolucionado claramente a mejor.
Dado el nombre que toma el vino de la propiedad, comentar que su antiguo propietario parece que va salir a la calle.
A la vista tiene color pajizo con algún destello verdoso, limpio, transparente y brillante.
En la nariz tiene una buena intensidad, muy floral, frutal, detalles cítricos, con sensación de frescor, pero en conjunto bastante complejo.
Al paso por la boca es fresco, envolvente y muy equilibrado. Acidez con muy buen nivel que se nota en el frescor. Fase final bastante larga y al tiempo agradable.
Vino tomado en la misma bodega, donde comimos con el y si no recuerdo mal, lleva muy poco tiempo en el mercado.
Botella bonita, de diseño, casi aflautada, con predomino del negro- azul bastante oscuro y los cinco anagramas que van cambiando del color, típico de la bodega.