Buena evolución hacia el clasicismo riojano

Corcho que se ha pegado a las paredes del cuello de la botella y que ha sido imposible sacar en condiciones normales (habría requerido sacacorchos de láminas). Ha salido a trozos y el otro trozo ha habido que dejarlo pegado y recurrir a un embudo pequeño, filtro textil y decantador.

Filtrado y decantado el vino casi 2 horas.

Visual: rojo picota, capa media tirando a media-baja, ribete chocolate con leche/atejado-transparente que denota ya evolución, buena lágrima. Al ser filtrado y decantado es un vino limpio y brillante (aunque en la botella quedaron muchos posos).

Nariz: le cuesta dar cosas. Algo cerrada al inicio. Mucho alcohol en el descorche. Brandy. Le dejamos tiempo... A copa parada de intensidad media-baja, tierra húmeda, flores marchitas, trufa blanca, toffee y ligeros tostados y chocolates, fruta roja y negra compotada y en sazón, maderas viejas y vuelven aromas a coñac y vino de Jerez, algunos cueros y pieles, especias dulces. Chocolate con leche con más tiempo. Complejo pero le cuesta abrirse y, aunque de entrada, lo más profuso es el aroma alcólico, las maderas viejas y el coñac/brandy junto a recuerdos ajerezados, luego mejora bastante.

Boca: entrada rica y sabrosa, sedosa, más fresco de lo esperado. Tanino bastante presente aún (algo que no esperaba dada la visual y la nariz que tiene). Es un tanino totalmente perceptible pero, a la vez, dulce, bien trabajado y pulido. Vino goloso. Invita a repetir. Acidez media-alta todavía. Le auguro algunos años de vida aunque su visual se vaya a más naranjas y marrones y aunque su nariz se convierta en un vino ajerezado y en brandy. En boca parece mucho más joven que en las otras fases. Final medio con un postgusto ligeramente amargo y con sutil tanino que invita a otra copa.

Buen Reserva riojano clásico de muy buena RCP. En otra fase de su vida ya. No está en declive, está en plenitud, pero ya en su fase añeja-clásica, donde la fruta fresca y de cierta madurez ya desapareció (así como las maderas finas y aromas típicos secundarios), y donde encontramos cosas MUY diferentes a 3-4 años atrás. Me ha gustado a pesar de su notable evolución con sus 9 años largos (casi 10) de vida ya.

Es curioso: hace 2-3 años daba menos por este vino que, sin ser maravilloso, es un Reserva bastante bueno y que, como digo, entra en una fase de su vida diferente (la que sólo los buenos Reservas y Grandes Reservas pueden disfrutar).

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar