Esta vez en la bodega, y a los días en casa, una botellita que compré en la bodega y que pude aguantar sin descorchar ni una semana...
Llamativo color amarillo dorado con destellos oro viejo. Limpio, glicérico, brillante.
En nariz es intenso, complejo, flagrante. Las notas de sobremaduración invaden mi pituitaria. Levaduras, miel, toques azmizclados, orejones, confitura de pera, vainilla, corteza de naranja... Fondo balsámico.
En boca es un pecado. Untuoso, casi cremoso. Con esa característica que hace que a mi gusto los vinos de este tipo sean grandes: el balanceo dulzor/acidez. Excelsa acidez y marcado dulzor. Final delicadamente amargoso: el amargo se alía con el ácido para conjugar el dulce.
Notable persistencia, quedas salivando y relamiéndote.
Un vino de los que dejan marca.
Yo cargué poco en la bodega, joé. Dos "7", dos txakolis y un VT tan sólo...
Cómo me arrepiento!
:-(
Yo cuando voy a las bodegas cargo bastante, por desgracia para mi bolsillo ;-)
Haces bien! A mi me dio pereza, íbamos en bus...
Claro, así es más complicado. A nosotros nos suele resultar difícil meter en el maletero cajas y maletas para volver.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.