Vino con crianza de 18 meses en barricas nuevas de roble francés. Picota superintenso, impenetrable, brillante, con borde púrpura. Abierto con una hora de anticipación, se muestra al inicio muy cerrado en nariz, apenas algunas notas de fruta negra y lavanda. Uno debe ser paciente con este vino o quizá decantarlo con suficiente antelación. Un Malbec que recuerda uno de esos Mencías muy cerrados. A las 6 horas, los aromas se revelan con una profundidad etérea y de extrema elegancia: frutos rojos y negros, ciruelas, lavanda, bergamot, menta, vainilla, tierra, chocolate blanco, maíz, madera tostada y unas sorprendentes notas de plátano. Nariz de media intensidad, pero espectacular. En boca tiene un excelente balance de fruta, alcohol y acidez. Magnífico ataque envolvente, paso suave y elegante, con algunas puntas tánicas por pulir en botella, mineral con toques frutales y de chocolate blanco, largo, tremendamente largo, inagotable. Excelente en este momento, pero con potencial de guarda por varios años más.