En 2019 probamos este mismo vino pero en su añada 2017, dos añitos después de su cosecha y echamos de menos algo más de botella (y de barrica que no tiene). En este caso vamos a probar un 2018, pero con cinco años de espera que pensamos le habrán venido muy bien. Abrimos la botella y esperamos 55 minutos antes de proceder con su valoración a 17°C. Corcho corto, muy compacto y tintado tan solo 1mm desde su base.
VISUAL: Rojo picota y de capa alta, con el ribete cardenalicio y de reflejos rosados. Su lágrima es de grosor medio, abundante y ligeramente tintada (92).
OLFATIVA: Hay aromas de compota de cereza muy claros, de frambuesas, y también algunos herbáceos como de montebajo. Agitamos y percibimos frutos secos, nuez y avellana tostada. Licoroso, con aromas de guindas en licor y con aportes de frutos rojos. También asoman apuntes especiados de laurel y fragancias florales de violeta. Bien de complejidad y de intensidad media-alta (89).
GUSTATIVA: Buena pegada, alta acidez, se siente carnoso y a la vez amable en el paso por boca. Licoroso, con el grado alcohólico marcado, transmitiendo sensaciones frutosas de compotas, de ciruela negra y arándanos. Malbec fantástico, gran trabajo en la mezcla de viñedos, vino equilibrado, con el tanino fino, se aprecia, pero sin excesos astringentes. En gran estado de forma. En retronasal asoman de nuevo fragancias de flores azules y un puntito de laurel. Post-gusto acompotado, frutos rojos y negros, junto con los matices de frutos secos. Criado en cemento y permitiendo que la fruta sea la absoluta protagonista, con una corpulencia magnífica y persistiendo en boca cerca de los tres minutos. Definitivamente se demuestra que los cinco años de botella le han venido de perlas, y si aguantamos siete, probablemente mejor aún (92).
La RCP atendiendo a que nos costó unos 16 euros al cambio me parece buena, pero en España se consigue por 12-13 euros.
MARIDAJE: Abrimos la botella con un monumental Porterhouse steak de 1 Kg al romero. Otro día acompañó nuestro habitual surtido de queso curado, embutidos y jamón ibéricos, y nos lo terminamos con un contramuslo de pavo en masala con papas al horno y all-i-oli. Fabuloso en todos los maridajes, destacando el último. Su frutosidad y el puntito floral armonizó exquisitamente con la carne blanca y los perfumes herbáceos, gran disfrute sin duda.
VIDEOCATA: https://youtu.be/xLr-9-J0D00
Salud-os!!