Me decepcionó bastante.

No es la primera vez que me ocurre, pero esta vez también fue así: cuando uno se dispone a catar un vino de los que portan nombre y apellido noble (digámoslo así), y además con el añadido de tener en la familia, hermanos con historia y nivel, uno puede correr el riesgo de ponerse altas expectativas, en exceso. Y esto fue lo que ocurrió.
Viste un color rojo picota bastante oscuro, incluso turbio, diría yo; capa media-alta, y lágrima fina y suave en la copa.
Creo que mi falta de experiencia en vinos franceses queda patente, posiblemente aquí. Pues tanto en nariz, como en la boca sobretodo, me decepcionó. Comentábamos en la cena, pues no estábamos seguros de ello, si era Merlot 100%, y creo por las otras añadas que de este vino hay colgadas aquí, que mantiene el coupage con la mayor presencia de la Cabernet.
Recuerdo especialmente la suavidad, cremosidad en la boca, con algún añadido de fruta madura. Se muestra suave, ligero y con muy fácil beber...tan fácil que me resultó anodino. El final, cortito, cortito.
Tendré que seguir descubriendo más este tipo de vinos.
En cuanto a precios, me comentaban que debía andar por los 90 y pico euros, casi los 100.
Me parecieron sumamente excesivos.

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