Última botellita. Hay bayitas en la nariz, rojas y negras, ciruela, tonos de madera de cerezo y algo más suave al final.
En boca sabores de fruta muy expresiva que se combinan con notas especiadas de café y la acidez armónica que acompaña bien.
Cata realizada en el Salón de los mejores vinos de España Guía Peñín 2012. Artículo con la cata de todos los vinos en http://www.taninotanino.es/posts/partitura-iii-del-salon-de-los-mejores-vinos-de-espana-guia-penin-2012
Nos desplazamos a un emplazamiento extremo respecto a la mineralidad. En tierras de Tacoronte se encuentra Bodegas Crater Buten proyecto iniciado en 1998 a partir de la unión de amigos con un objetivo único, hacer vinos que reflejen la isla y todo su potencial para mostrar su genio. A partir de ahí de tierras volcánicas y variedades autóctonas como Listán negro y Negramoll nace Magma de Cráter, un vino que es pura filosofía. Si bien es cierto empezamos con Cráter 2007, salino, rica acidez, notas oxidativas de una pequeña en años, pero gran evolución por su complejidad, donde la fruta permanece de base.
A partir de Cráter, nace Magma en busca de un vino de culto, gracias a determinadas “pocas, producción entorno a 500 botellas” viñas que solicitaban un reposo más espiritual. Lourdes y Loles Pérez reflejan a Magma, entusiasmo y pasión por lo que hacen, porque creen en la tierra, en las viñas y las personas que la tratan. Un vino cuidado desde su diseño, místico en su visual y nombre, Magma nace para quedarse entre los grandes, por personalidad y por definir el terroir de la isla. Un vino de vanguardia, que se expresa con nervio de frutas rojas en su ataque y recorre el paladar con madurez de fruta negra, acompañado por aromas especiados y salinos que reflejan su carácter volcánico. Un vino que nos espera, que solicita nuestra atención para entregarnos mucho, sin duda hay que probarlo y disfrutarlo.
Color cereza intenso de capa alta. Nariz elegante, fundida entre fruta negra madura, arándanos y ciruelas, con mucha pulcritud. Confituras, notas de monte bajo, un cedro resolutivo de notas muy frescas que adornan muy bien el paso y frescura que deja en boca.Volátiles, resinas, nos sugiere un Priorato intenso, elegante. Se desarrolla muy bien, es largo....Las copas van cambiando y el vino está desenvolviendose de manera espectacular (algarrobas, guindas licorizadas) y ese toque de mineral (tinta china). Muy cambiante (recuerdos de violetas), evolutivo, diacrónico. Buena estructura y equilibrio. Acidez categórica. En boca es multidimensional, elegante, textura magnífica en el paladar...Y ese aire de fresco bosque. Algo nuevo.