Un gran vino de la Ribera.

En su visual:

Picota de capa alta,
con su cardenalicio cordón,
que brillas y enmudeces,
y lloras sin razón.
Que me tiñes la copa,
y lloras airoso,
por tu ribete granatoso.
¡ Que intenso te muestras !
¡ Que rudo y distante !
Ya se que quieres,
que te mire y te huela,
que te meta el guante,
pero por favor, te lo pido,
aguarda un instante.

Olfativa:

Elegante, como eres.
Potente y complejo.
Esos frutos negros,
que te dejan perplejo.
Esos balsámicos de eucalipto,
esos tostados y esos brincos.
Brincos de caramelo,
de especias y de cedro.
Que bien que te huelo,
amigo del Duero.

Gustativa:

La densidad equidistante,
la jugosidad adyacente,
el equilibrio gratificante,
y una estructura penetrante.
No hacen a este vino,
un problema matemático.
Sino que hacemos de esta cata,
algo idóneo y temático.
Con esa fruta fresca,
y esas maderas tostadas,
que dejan a nuestras papilas,
mimadas, agradadas y ensimismadas.
En un gran vino, con gran potencial,
que envejecerá uniforme, y nos deparará,
grandes sorpresas futuras con la edad.

Recomendado por 3 usuarios

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar