Degollado en octubre de 2010

Color amarillo dorado.
Nariz de buena intensidad con un perfecto equilibrio entre las notas de fruta blanca, la manzana verde y los cítricos, junto con las notas más maduras de levaduras, masa de pan y leves tostados.
En boca tiene una acidez muy rica, con el carbónico perfectamente integrado. Una sensación crujiente muy rica que se mezcla con las notas cremosas, con un tacto sedoso, parafinado y fresco a la vez. Con un desarrollo elegante, fresco pero sin renunciar a un cava con cuerpo y bien trabajado. Tiene buena persistencia y deja una sensación final muy rica entre mantequilla e hinojo.

Me parece exquisito, bien cuidado y en formato (375 ml) cómodo, no te hace plantearte si lo abres o no, porque sabes que seguro lo terminaras... incluso se queda algo corto por su calidad, pero para eso está la segunda botella.