Un vino maduro. Garnacha de San Martín de Valdeiglesias ¿por que no?

Madurez bien entendida, un vino que necesita oxigenación para que el ímpetu de sus taninos se muestren más dóciles y el nerviosismo de su nariz deje paso a la fruta madura con notas de sotobosque en su fondo, recuerdos de paloduz y regaliz y ligeras notas de hierro mojado. En boca presenta muy buen ataque en su textura, rica y elevada acidez y taninos con asperezas en boca que debe evolucionar. Un vino aún por equilibrar en boca, maduro, que debe reposar aún algunos meses más en botella.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar