Mea culpa ...

     Lo siento : no había comprendido este vino blanco que necesita mucha, mucha aireación parar expresarse correctamente. Al cabo de cuatro horas, me ofrece su perfume intensísimo - casi embriagador - de cítricos, una mezcla de flor de limonero y de cáscara de pomelo. En boca, parece cincelado en la piedra salina como un riesling de Mosela pero me habla en gallego, ¡ menos mal ! Damas y caballeros, perdonen la expresión : me gusta la mar. Muchas gracias a Gerardo Méndez.

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