A veces cuando adquirimos varias botellas de un vino, con la única intención de catar a lo largo de un periodo y comprobar su evolución, nos ayudará a conocer al vino, a las viñas, así como la elaboración que mantiene la Bodega a sus vinos.
Jorge Bonet se muestra dócil, muy agradable, mantiene su base frutal con toques de sotobosque en su final, dejando rastros de tostados. Sus taninos se presentan nobles y pulidos, manteniendo frescura en su conjunto. Un vino para beber ya y que todos van a disfrutar.
El vino se muestra un poquito evolucionado, quizas por su conservacion, pero se trata de un vino de corte moderno, bien maduro, buenas maderas, todavia un color bastante presente y vivo.la mezcla de variedades parece acertada, pese a ser un 2006, se muestra vivo.
Agradable sorpresa.
Es un placer poder disfrutar de vinos tan estupendos elaborados en la provincia en la que uno pace.
Este vino tiene un color rojo picota oscuro muy cubierto con ribete amoratado.
Nariz con resinas y minerales que dejan aparecer toques de violeta.
En boca es intenso, agudo a la entrada con recuerdos a frutas rojas maduras dejando al paso, que es suave pero pleno, un fondo de pasas y café "macchiatto" .
Posgusto largo y achocolatado.
Determinados elaboradores en Ronda están realizando un trabajo sensacional en la viña y año tras año sus vinos van reflejando el mimo y cuidado. Entre estas bodegas se encuentra Jorge Bonet, con su añada 2006 se reafirma en la primera fila de los vinos rondeños. Además tan importante es su elaboración como la distribución final a tiendas especializadas y restauración. Un ejemplo de este concepto es que se pueda degustar este tipo de vinos a 14 € en un restaurante como Casa Matilde en Benajarafe. Prácticamente respeta el precio de tienda, probablemente la única forma de favorecer el consumo y que los clientes puedan acceder y “atreverse” con nuevos vinos, comprobando la sensacional RCP. Un trabajo realmente plausible…
Un tinto maduro, que guarda en gran equilibrio entre nariz y boca. Aromas florales que elevan la fruta negra –mora, ciruela- con rica intensidad, bien acompañada por notas tostadas que le aportan complejidad sin restar protagonismo a la fruta, sobre un fondo mineral de tierra roja. Boca sedosa, con buen cuerpo, perfecta la integración de la acidez y el alcohol con unos taninos maduros y nobles. Realmente en un momento espectacular.
Un tinto de menos de 7000 botellas, una zona que lleva un tiempo despuntando a gran altura "La Serranía de Ronda".
Tras catar su añada 2005, donde aparecen puntas minerales y un patrón del perfil que esta bodega pretende impregnar al vino que nace en sus viñas. Este 2006 se muestra más frutal, donde las notas terrosas aparecen más integradas, aromas de polvorín, tierra roja se unen a sensaciones de frutos rojos -cereza, fresones- con apuntes de mora. La oxigenación inyecta aromas procedentes de la crianza -tostados, torrefactos y cafetables nobles-. En boca sus taninos se presentan maduros, nobles y aún por pulir, buena acidez y en conjunto fresco. Un tinto que enseña la mejor expresión de Ronda, un tinto cuidado y mimado, un tinto de diseño.
Fresa y rojo bermellón en la visual. notas de cuero y piel, cafe, toffe en nariz. En boca Con cuerpo, frutos secos, y potencia. Retrogusto de toffe y cafe dulce, muy largo.
Para mejorar en botellero de casa.
Maridar con queso de oveja.