Recién llegado

Hace pocas semanas que ha salido de la bodega la nueva añada del vino estrella de la bodega Emilio Moro.
Consciente del pecado de impaciencia que supone, me he encontrado con una botella abierta en la mesa de un amigo así que no ha habido más remedio que hacerle los honores.
Decantado una hora antes y bebido a lo largo de dos horas más.
Cereza picota con bordes amoratados y capa cubierta. Tinta la copa con una lágrima lenta propia de su alcohol dejando multitud de residuos a su paso.
En nariz muy complejo con frutas negras maduras casi compotadas, dulce de membrillo, cenizas y ligeros balsámicos. Evoluciona hacia plátano y melón maduros, fruta exótica, césped recién cortado, maderas aromatizadas, pimienta, canela y caramelo.
En boca se muestra pleno, glicérico, fresco con calidez, taninos maduros y astringente sin estridencias. Postgusto largo con toques dulces y recuerdos de maderas.
El corcho de primera calidad casi sin manchar.
Se ha mostrado muy afectado por el aumento de temperatura, dando lo mejor de sí en torno a los 14º-16º.
Me gustaría destacar su complejidad que a mis ojos lo convierte en un todo un reto.
Espero volver a él más adelante para compensar mi actual pecado con la virtud de la paciencia.

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