Rojo picota, ribetes cardenalicios, capa alta.
Nariz intensa, fragante, poderosa. Notas florales iniciales que tornan poco a poco en frutas negras, ciruelas, moras, toques especiados, balsámicos, café en grano, tostados, vainillas, hierbas aromáticas, monte bajo. Se nota un pelín la madera, aunque es de buena calidad. Complejo y expresivo.
En boca es un vino pleno y sabroso, contundente y equilibrado. Tiene una acidez fresca y poderosa y eso hace que se beba muy bien, pues es un vino denso, con cuerpo y de final largo y especiado, que deja además notas de frutas negras. Buena persistencia. Tanino presente y todavía algo agresivo, aunque manteniendo nobleza.
Una Barbera de estilo algo moderno para mi gusto, impecablemente elaborada, pero que me ha dejado frío, al menos comparada con otras más clásicas, más cercanas a mis preferencias. Aun así se trata de un vino que lleva el sello de un magnífico productor piamontés y que por 16 euros ofrece ante todo una buena RCP.