Dorado intenso, limpio y brillante.
Interesante nariz, con un leve matiz oxidado que acompaña el resto de aromas. Fruta blanca, cítricos, níspero, hinojo, humedad y un fondo pedregoso muy patente.
Boca hecha, con un gran balance entre acidez y equilibrio de sabores. Paso estructurado. Barrica y alcohol bien integrados. Notas primarias, especias mediterráneas y mineralidad.
Final largo y relativamente complejo
Me ha parecido un buen vino, no creo que le queden muchos años de vida, pero en este momento podremos disfrutarlo plenamente.
Casi cuatro años despues de la primera cata de este vino vuelve a caer en mis manos, recuerdo que me dejo un buen sabor de boca, para que despues digan que los blancos tienen que tomarse de la añada en curso.
El color a evolucionado a un bonito amarillo dorado de media intensidad con mucha lagrima.
Donde mas a cambiado es en nariz, pero hay que tener mucha paciencia, en principio se encuentra muy cerrado y los aromas de hidrocarburo son los dominantes, con la aireacion evolucionan hacia la fruta con hueso, notas de vainilla y especies, tostados, frutos secos y la mineralidad que no falta.
En boca se a vuelto mas serio a cambio de frescura, aunque mantiene la excelente acidez, tiene mucha estructura, la fruta a dejado de ser tropical para ahora dejar recuerdos de albaricoque y de membrillo, excelente final con marcado acento mineral.
Al cabo del tiempo vuelvo a probar este vino de Benjamín Romeo. No le pasa el tiempo a no ser para mejorarlo. Los aromas y su cuerpo en el sabor lo convierten en un blanco sabroso, con cuerpo y extraordinario.
Amarillo intenso con tonos verdosos.
Nariz mineral que amalgama notas de crianza en madera muy finas y elegantes con sensaciones de hierbas silvestres y fruta blanca en sazón.
Boca intensa, sabrosa, de gran volumen però a la vez muy ágil gracias a su magnífica acidez, que se integra espléndidamente en un estructura frutal bien construída y una mineralidad notable. Gran recorrido y postgusto largo e intenso marcado por esas sensaciones minerales
VISUAL: Color dorado pálido con reflejos oro.
OLFATIVA: Alta intensidad inicial, a copa parada ya se muestra muy sugerente, con marcado aroma a pan tostado, pan frito, mantequillas, almendrado ( helado de crocanti ), finas maderas y mineral. Al mover la copa aparece la fruta blanca ( melón y plátano ) y más mineralidad, con el fondo anterior, de almendrado y pan tostado. Tras un buen rato se impone la mineralidad, mantiene la fruta blanca y también predomina la almendra.
GUSTATIVA: Boca amplia, de forma redondo, con estructura esbelta, untuoso, goloso, con un final largo. Equilibrio extremadamente elegante. Postgusto a pan tostado y mineral.
Es el vino del riojano Benjamin Romeo en la zona catalana del Garraf.
Es de color amarillo verdoso, limpio y brillante, en nariz es de intensidad media con aromas de fruta (platano, albaricoque), ligeros aromas de madera, marcados minerales, algo de hierba y flores blancas.
En boca tiene buena estructura, buena acidez, es fresco, la fruta vuelve a salir (platano) y la madera es muy sutil y elegante, con un final medio y floral.
Vino franco tanto en nariz como en boca.
Bon inici del projecte de Benjamín Romeo al massís del Garraf.
Color daurat, net i brillant. Llàgrima lenta i abundant.
En nas destaca la mineralitat, davant d'una amalgama de fruita blanca i records de brioixos i ametlles.
El pas per boca és untuós i fresc a la vegada, amb la mineralitat ben present, un punt de fruita dolça (aportat per la Malvasia, suposo) i els records fruitosos molt conjuntats, fent-se difícil destacar-ne algun en concret. Força importants també els gustos de pastisseria i mantega.
Molt rodó, mineral i ben conjuntat. Crec que en un any desplegarà millor aquesta amalgama de gustos i aromes, però molt bona qualitat. Dels bons blancs catalans.
Color amarillo dorado claro limpido. La nariz en principio da notas de fermentación en barrica, es decir, un ligero toque tostado,notas de panadería, almendras, que está muy integrada con un vino que se presenta muy varietal, perfumado y elegante, tiene volumen, nos afrece un abanico complejo de aromas como la fruta blanca (pera, melón), fruta de hueso (albaricoque), tiene un toque muy interesante de flores amarillas y algo de mineralidad. En boca es amplio, graso, y está bien armado con una buena acidez que lo hace fresco. Un vino para disfrutar, complejo y elegante en esta que es su primera añada estoy seguro que dará mucho de que hablar. Lo recomiendo.
Vino nuevo de Benjamín Romeo en la sierra del Garraf, francamente bueno. Lo decantamos 30 minutos antes de catarlo. Color amarillo oro claro y brillante. En náriz aromas elegantes, con cierta potencia, muy complejo. En boca con cuerpo, muy bien equilibrado y con buena estructura; es de entrada fresco, consistente, redondo, sabroso y placentero. Un vino largo. He de reconocer que me ha parecido una maravilla, un extraordinario vino.