Casi un año después.

Sigue igual de maravilloso, con una nariz elegante a higos pasos y chocolate, pero también violetas e hierbas, minerales, pastelería, mentolados, frutos secos, etc. etc.
En boca es untuoso pero elegante, el paso de boca excelentemente equiibrado, con una acidez fuera de lo común, taninos potentísimos y frutosos, recuerdos frutales, florales y balsámicos y el final muy, muy largo y con mucha persistencia.
Maravilloso de verdad. Mucho mejor al tomarlo en la gran compañía de Alvaro, su señora y mi santa.

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