Sentido y sensibilidad.

Catado, bebido y disfrutado este pasado fin de semana en Huesca. No es la primera vez que lo pruebo, pero posiblemente sí el mejor momento para valorarlo como se merecía.
De entrada, ya cuento que el vino, la primera vez que lo probé (hace más de un año), ya me pareció muy interesante y con unas maneras magníficas.
Esta vez, y con tiempo adecuado para disfrutarlo, procedemos a llevarlo al decantador. Es la primera vez que lo paso, pero resulta totalmente recomendable(casi diría obligatorio) el dejarlo respirar por lo menos una hora antes de comenzar a beberlo. El vino cambia y, sobretodo, se disfruta muchísimo más.
Dicho esto, me centro en mis sensaciones.
Luce un profundo color picota granatoso de capa bastante alta. Se muestra denso en la copa, con una abundante lágrima fina y transparente, que se marca y cae lentamente por el cristal.
La nariz se presenta potente en intensidad. Resulta en esta fase, un vino muy concentrado y con la ayuda de la oxigenación extra en el decantador, ayudamos a que se perciba con más alegría y vigor. Resulta muy atractiva la variedad ( y cantidad ) de fruta que se atisba: fruta negra madura; ciruelas-guindas en licor, algunos frutillos que complementan con lácteos (yogur de frutas del bosque) y especias.
Después de este desfile frutal, deja paso a sensaciones de tierra húmeda, monte bajo, bosque umbrío (algunas hierbas aromáticas y hojas secas). Todo ello recrea un conjunto muy atractivo. Sigo recordando la buena intensidad que muestra. No decae.
En boca, más: buen ataque y contundente trago. Vuelve la fruta y llena bastante la boca. Recorrido largo en el paladar y final persistente con recuerdos frutales maduros y algunas puntas de café y cacao.
La acidez que contiene en estos momentos, demuestra una vida todavía larga. Creo que en dos o tres años (con buena guarda, por supuesto) el vino no sólo se mantendrá estupendamente, sino que crecerá seguro, y mejorará más si cabe, una boca ya de por sí sabrosa.
No quiero pecar de pedantería, pero me atreveré a decir que fuera de las grandes series limitadas y exclusivas de las grandes bodegas del Somontano, este puede que sea uno de los mejores tintos que se pueden probar actualmente en la D.O.
El precio normal me parece muy bueno (en un abanico de 18-20€), pero he conseguido unas botellas de este 2006 a unos nada despreciables 14,95€.
Seguiré su evolución y compararemos...pues la 2007 ya está en el mercado.
Muy buen vino.

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