Muy previsible...

Desde hace un par de años, cada vez me resulta más complicado diferenciar entre muchos de estos albariños, si bien gozan de su identidad varietal, han perdido gran parte de la personal que cada etiqueta debería impregnar.

En esta ocasión un vino bastante glicérico donde la fruta madura domina con apuntes de fruta exótica y cítrico demasiado escaso. En boca tiene buena densidad aunque la acidez se me antoja muy justa, lo cual no resulta fresco en su conjunto.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar