Mencia de corte moderno, camaleónico...

Botella de estética bien conseguida, en etiqueta y contraetiqueta, con tipografías interesantes y originales. Se echa en falta algo más de información, especialmente en lo referente a la variedad de uva. Un continente bastante atractivo y elegante.

Visual, de un bonito cereza, de tonalidad bastante subida, muy oscuro, con la capa bien elevada, casi negro. Con menisco de tonos púrpura. Limpio, pero no excesivamente brillante ni luminoso, quizás. Abundante lágrima, densa, tintada, lenta. En definitiva, un vestido que parece cargado de modernidad...

Nariz, a copa parada, con mucha fruta roja, ligeramente licorosa desde el principio (a pesar de los 14 grados de servicio del vino). Notas de crianza presentes ya, sin tapar la fruta roja abundante, con matices de vainillas que van evolucionando ya, prontamente, hacia las notas de tostados medios de café. Alguna nota láctica aparece inicialmente, pero tras la aireación prácticamente desaparece. Un poco de alcohol más en nariz del que apetecería tener... La agitación de la copa devuelve el perfil de frutos rojos licorosos, pero ahora surge algún plano de herbáceos de monte y notas de matorral. Continúan los tostados, de vainillas, cafés y algo de toffee y algún toque de alcohol de farmacia. En evolución, aparecen preciosas notas minerales, de mineral negro, quizás de pizarra o de hierro. Las notas florales, inicialmente poco apreciables, surgen durante la aireación del vino en forma de notas de piruleta de violetas. La diferente temperatura del vino da lugar a una expresión diferente del mismo. Es un vino muy cambiante en evolución donde, en cada momento, da un perfil ligeramente diferente: a unos 14º se aprecian notas vegetales, de tallo recién cortado; estas notas llegan a desparecer, cubiertas por las notas licorosas y un ligero exceso de alcohol en nariz que puede restar algo de expresividad al vino en algunos momentos. Hay que mantener muy a raya la temperatura para disfrutar de una nariz más expresiva.

En boca, entrada con buen ataque, con intensidad y bastante volumen. Buena presencia de fruta muy madura, goloso, ligeramente licoroso. Con notas amargosas muy agradables. Acidez ajustada, que requiere controlar la temperatura para aumentar la sensación de frescor. Final de notas especiadas, de vainillas y chocolates, con muy buena persistencia. Taninos abundantes, dulces, ligeramente secantes (sobre todo a menor temperatura) pero a los que se le augura buena evolución, por su gran calidad.

En definitiva, una mencía de corte moderno, con muy buena extracción, golosa y con buena presencia de finas maderas de roble francés. Creo que un tiempo en botella, quizás un año, puede acabar dando al vino una finura que en este momento no muestra, por su juventud. La botella afinará los taninos, los hará algo menos astringentes (insisto en su gran calidad), integrará las magníficas sensaciones de las excelentes maderas en el conjunto de las sensaciones frutales de fruta roja, ganará en profundidad (seguro la fruta se tornará negra en expresión). Todo eso permitirá degustar el vino a una temperatura no superior a los 16º, consiguiendo la expresión para mí óptima de la fruta y ganando en frescura y elegancia. Todo esto, jugando arriesgadamente a ser un torpe profeta...

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