Ante todo, este tipo se han de beber con respeto. respeto a más de 125 años de viticultura, elaboración y crianza.
El color es un rojo teja de capa caída con notable brillo y limpidez.
En nariz es complejo, con intensidad media, y matices a evolución muy elegantes.
La boca es suave, larga, sedosa. Carente de estructura quizás, pero con una frescura y hondura importante. Las maderas, aunque viejas y marcadas, están bien trabajadas.
Creo que las condiciones de conservación no han debido ser las mejores, y por eso - y quizás otras cosas - el vino parece ser más antiguo de lo que realmente es.
Antiguo es el concepto, pudiendo llegarse a hablar con modestia de un clásico.