...pero debe de ser cierto y muy real. Largo recorrido el que ofrece esta Monastrell de Silvano García. Esta es mi última botella... a menos que el amiguete que me las envía desde Murcia, no envíe otro lote, je je...
En esta ocasión, la descorché en una cena familiar en la Terrassa del Museu. Copas Riedel, temperatura correcta e incluso abierto con tiempo antes de degustarlo...aunque creo que a este tinto no le hace falta para nada.
Sigue con el color muy vivo, y con buen brillo.
En nariz, más de lo mismo. Bastante fruta madura, especias y demás.
Y en boca, sorprendentemente, sigue mostrando una buena acidez; frescor y redondez en boca, sin decaer. A veces, y más después de haber catado también el crianza de la bodega (más flojo que éste, la verdad), pienso si no es otro vino, pues no deja de ser llamativo como se mantiene impoluto todavía. Pues mejor que mejor.

Sigue mostrando este vino largo recorrido y potencia; no ha perdido un ápice su viveza e incluso frescura.
A reseñar la nariz, que sigue inmensa en expresión, intensísima y desplegando todo tipo de fragancias: fruta negra, especias ( clavo, pimienta, algo de vainilla...), un poco de café y un ligero fondo balsámico.
En boca, parece como si hubiera nacido ayer: más parece un joven que un reserva de muchos años. Riquísima Monastrell.
Seguiré disfrutando de él.

Color rojo rubí teja, con ribete anaranjado. En nariz, fruta madura, dátiles y pasas; ligeros aromas a torrefactos. En boca, se percibe intensamente la crianza larga en barrica. Redondo y con largo postgusto final. Interesante