En pie me pongo ante este misilazo

Un misilazo franco, directo, aterciopelado, de terruño puro. Un vino de esos que piensas que ha valido la pena el conocerlo.

Y armas de seducción tiene, con su color evolucionedo, denso, turbio, de lágrima lenta, transparente, abundante... No sé si la lágrima era del vino o mía de la emoción que estaba sintiendo al catarlo.

Porque es un vino de sensaciones, con un terruño muy presente en la nariz, con una reducción al principio con hongos, champiñones, tierra húmeda, cuero, establo... Luego se disipa la niebla y te deja ver las luces de este vino, con una gran carga mineral, fruta negra muy madura, compotada, regaliz, piedra, café y vuelta a una fruta cada vez más presente, guindas, especias dulces y picantes, lácteos, frutos rojos... Una nariz potente, compleja.

Ya al llegar al trago estás de rodillas admirando este vino, con una ssensaciones complejas como en boca, con la fruta muy madura, lácteos, regaliz, mineralidad, café, es denso, con una excelente acidez, aterciopelado, balsámicos, muy suave, sutil... Es graso y muy largo... pero largo largo

Señors, para mí una obra de arte. Y mi ficha de vino 300. Qué mejor manera de celebrarlo.

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