Salmón con destellos azafrán.
Fruta roja, fresa y cereza con ligeras notas cítricas y un ligero fondo minera .
Miy vivo con recuerdos de fruta roja fresca y caramelos de fresa acida, el recorrido es ligero pero con una justa acidez que le da mucha frescura.

Hubo un tiempo en el que para ser trendy, estar en lo que se está, incluso interesantemente (pronunciese narcisistamente) fashion había que saber quién era Diana Krall e incluso mucho mejor, tener al menos un CD suyo.
Ahora eres poco menos que un Don Nadie si no tienes un disco (¡vinilo of course!) de John Coltrane, que ha de estar necesariamente a la vista. Hay que ser fashion y demostrarlo, de otro modo eres como El Hombre Invisible que sólo lo es cuando nadie lo mira. Además en el i-pod has de tener lo último de Pink Martini.
¿Trendy? ¿Fashion? ¡Qué narices! Pero si esta gaseosa está espléndida así, tal cual, no es de Champagne, no es Cava y ni idea de si le habrán dado puntos en alguna guía, alguna revista. Hace un calor de narices y este espumoso es directo, sencillo, refrescante. ¿Pero es que quieres algo más con la que está cayendo?

(PVP: 13,86 EUR)

Rosado pálido piel de cebolla, burbuja pequeña y abundante que forma corona.
Nariz muy intensa, quizá poco compleja, pero sí con muy buena expresión frutal, en especial de fresas, cerezas, arándanos y frambuesa. Se advierten también toques sutiles de pan tostado, levaduras, ahumados y algo de bollería.
En boca tiene un paso elegante, fino, con estilo. La acidez está muy lograda y bien integrada y el final resulta diferente, con un toque amargoso típico de la variedad de gran personalidad pero que puede que no guste a todo el mundo. Carbónico bien integrado y persistencia media. Se bebe muy bien y acompañó perfectamente a un risotto de setas de cardo.
El primer Cremant del Loira que pruebo y lo cierto es que me ha gustado. Obviamente no es champagne, pero ni falta que le hace. Por 12 euros creo que es un vino que cumple perfectamente su papel y que funciona muy bien en la mesa. Me ha gustado.