Siete años después...

vuelvo a disfrutar otra botellaza de este enorme y elegantísimo vinazo, en esta ocasión es de 75 cl.

Pasado "tanto tiempo", lógicamente el vino ha mejorado en algo (muy poco) y ha permanecido en otras facetas, empeorando también (lógicamente según criterios) en pocas cosas.

Los aromas me han gustado un poco menos que en la vez anterior, lo veo quizas un pelin más complejo, pero me gustan menos, ha perdido elegancia y ha ganado aromas terciarios. En general para mi el balance es negativo.

En boca quizas la balanza sea pòsitiva, ya que la elegancia que era magna, sigue más o menos en la misma situación, posiblemente ha ganado en complejidad, pero ha pèrdido esa "puntita" de potencia y caracter que le caracterizaba. Ahora afloran cueros y otros terciarios, para mi bastante molestos.

De todas maneras el vino sigue siendo una verdadera maravilla, aunque me quedan, no se si una o dos botellas y me las beberé a la mayor brevedad posible.

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