Continuando

Cosecha con un invierno muy seco pero abundantes precipitaciones en primavera. Lo que más destacaba de este vino era su nariz recordando a verduras cocidas, entre mezcla de habas, judías verdes y que enmascaraba todo lo demás. Quiero pensar que es una característica puntual de la botella ya que de hecho abrimos otra de la misma añada y la sensación esa también aparecía pero en menor intensidad, mostrando una mayor gama de torrefactos, aromas licorosos, compota, etc. En boca, la noto un poco más barnizada, con menos tanicidad que el 87 y con menos persistencia. Más hecha y redonda pero menos electrizante

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