¿Hay más?

Apareció a ciegas. Pero mostró una cosa bastante evidente (lo cual dice bastante a su favor) que enseguida dijeron algunas personas: Borgoña. Sí, olía a Pinot Noir. Y a suelo, y a lilas, y a violetas, y a trufas, y a piedras, y a chocolate, y otras veces frutillos, y mucha intensidad, y más…y un color rojo-rosáceo, no muy intenso. Y una boca eléctrica, nerviosa, mucha estructura, elegante, largo, profundo, evocador, te transporta allí, con necesidad de apaciguarse un poco pero ya tremendamente disfrutable a pesar de que no parecía tener excesivos años.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar