Grandísimo de España.

Aprovechando que pasaban por Comillas dos muy ilustres veremeros y habiendo quedado a comer en Las Piscinas de Villacarriedo, decido agasajarlos llevando una botella de Quincha Corral.
Hacía 14 meses que no le probaba y este vino sigue mejorando. Corcho en perfecto estado, se mantiene limpio y brillante. Mantiene ese color rojo picota-granantoso. Sin atisbos de oxidación y por lo tanto siguen sin aparecer las notas teja.
Mantiene una abundantísima fruta, frutos negros y rojos en sazón. Madera muy bién integrada. Taninos domados. Es balsámico, con notas de pimienta negra.
En boca es ampuloso, con mucho volumen y mayor elegancia, aterciopelado, frutal, resurgen las frutas de la fase olfativa. No percibo notas de evolución. Mantiene una elegante acidez que invita a beber y beber con pasión y glotonería y que le dará más años de vida. Te llena plenamente y como un guante de seda la boca. Es muy, muy equilibrado.
Como siempre sigue siendo un vino muy, muy largo. Me da una permanencia de 4,35 minutos. Sin ningún género de dudas el mejor tinto que he tomado este verano y del que podré seguir disfrutando.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar