Vino número 3 del IV Desafío Verema
Visual, amarillo pajizo, acerado, con destellos ocres, sepias, de oro viejo. Muy limpio y brillante. Un color y unas irisaciones originales e interesantes.
En nariz, a copa parada aparecen curiosos aromas a fruta roja muy fresca, grosellas y cerezas, que en evolución se convierte en fruta blanca, pera y manzana verde e, incluso, con notas de fruta tropical. En cualquier caso, las notas frutales están siempre conjugadas con refrescantes notas cítricas, de pomelo amarillo y lima. Flores amarillas. Hay un fondo muy patente de anisados e hinojo. Notas de lías finas y ligerísimas notas ahumadas. Ligeramente punzante.
La boca es de buena intensidad, fresca, con una muy buena acidez. Ligeramente dulce en principio, aunque en evolución se vuelve algo más seco. Es amplio y con buen cuerpo. Muy cremoso en su paso por boca, presentando buena longitud. Retronasal de flores y notas de cítricos ligeramente ahumados.
Interesante vino blanco, en el que destaca, sobre todo, su enorme frescura en boca y un cuerpo poderoso que le permite enfrentarse, incluso, con carnes en salsa, especiadas y picantes.