Elegí este borgoñita como vino de mi cumpleaños. Y le toma mucho, mucho

Elegí este borgoñita como vino de mi cumpleaños. Y le toma mucho, mucho tiempo expresarse. Aunque evoluciona bien. Al inicio la nariz ofrece setas, tonos ligeramente achocolatados, y una firmeza mineral interesante. Con el tiempo (mucho tiempo) desarrolla un aroma a fresas bárbaro. En boca le cuesta mucho, muchísimo despojarse de una acidez acerba pero eventualmente su expresión frutal y un tanino algo secante pero flexible terminan por balancearse muy bien. Es de recorrido elegante si bien reservado, pero la salida no me impresiona. Quiza un año o dos de botella le caigan bien, puesto que 12 horas abierto no lo debilitaron. 65 CHF en Zurich, unos 40 euros, con lo que su RCP está un tanto ajustada.

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