El primero de una larga y exitosa serie

Precioso color ocre con tonalidades cobrizas, capa media.

Nariz intensa y compleja, algo cerrada en inicio con ligeras reducciones pero que con el trabajo en copa va ganando en complejidad con notas de frutas muy maduras, flor seca, recuerdos especiados, clavo, canela, ahumados, maderas viejas, tonos animales, carne cruda, cuero viejo, torrefactos, tabaco de pipa, en fin, una aromática compleja y encantadora, de gran vino clásico maduro.

En boca es una delicia, fino, armónico, delicado, lleno de encanto, manteniendo acidez y resultado sereno en el paso, dejando una impronta final de especias y tonos ahumados con un tanino pulido pero todavía presente, es un vino en plena forma. Buena persistencia. Invita a seguir bebiendo.

¡Un clásico! Sin duda este 74, el primer Contino de todos, llega a sus casi 40 años con una serena belleza que le hace ser un vino de cuerpo riojano y alma borgoñona pues esa ha sido su forma y manera de envejecer, un grande de la Rioja que siempre resulta un lujo poder revisitar. ¡Muy bueno!