Picota con ribete granatoso. Capa media. Lágrima densa.

Muy buena intensidad. Fruta roja en compota, caja de puros, sotobosque, balsámicos, hinojo, cacao, vainilla, violetas, ligeras notas de laca y mueble viejo.

Buen ataque. Sedoso, estructurado, buena acidez. Muy buena amplitud. Post-gusto medio a licor de grosella y caja de puros.

Teniendo en cuenta que había pasado más de un lustro de pie en el botellero de un armario de comedor, la sorpresa fue mayúscula cuando, no solo estaba bebible, sino bastante bueno.

Fernando López Justica (Marqués de Casa Pardiña) atesora como propietario de la Bodega,este tinto que nace de un capricho y se ha convertido en toda una realidad llena de terruño.

Visual cereza picota con ribete picota-granate de media intensidad y cuerpo graso.
En Nariz se muestra complejo, apareciendo en primera instancia aromas terciarios de puro cubano y cacao, notas vegetales de hojarasca, laurel y helechos, bien refrescada por una rica y ligera sensación de menta, apoyado sobre un fondo mineral que despierta con protagonismo, bien acompañado por esenca frutal -fresa, guinda, cereza-, redondeando su complejidad con aromas florales -violetas y lilas-. La aireación favorece la madurez apareciendo notas licorosas y orejones, ben conjuntadas con la madera -vainilla y coco-.
En Boca resulta vinoso, taninos madros con puntas por pulir, agradable amargor final, que culmina con intensidad en un postgusto licoroso de cassis y guindas.

A destacar... su complejidad, aunando elegancia e intensidad, un tinto cálido y carnoso muy bien compensado y de buena estructura.