Chapeau

Se presenta con un hermoso color amarillo muy vivo y brillante.
El aroma es extraordinario, champiñones, un poco de cuadra y heno, espárragos, cueros, madera vieja pero muy fina y elegante, fruta escarchada. Desde luego lo típico de la casa.

La boca está muy suave, vuelve a distinguirse la familia como siempre sucede en estos casos. Sin embargo lo cierto es que resultó un poco falto de acidez, y por lo tanto algo plano, hizo esfuerzos para recuperarse y hasta en ciertos momentos parecía que lo lograba, pero sin embargo no lo consiguió del todo, pero estamos hablando de un vino de 41 años, con lo cual no nos queda sino saludar sacándonos el sombrero.