Un vino repleto de emociones, pausado a la vez que vivo. Espléndido inicio
Un vino repleto de emociones, pausado a la vez que vivo. Espléndido inicio en copa con una
Visual atractiva corpulenta y evolucionada, amarillo paja intenso con reflejos ligeramente ambarinos.
La Nariz expresa libertad, con unos aromas sutiles de tostados y girasoles, que fluyen como una balsa sobre el soporte de notas de campo -vegetales-, la pausa expresa la fruta, tímida en sus inicios, y protagonista en su desarrollo, en constante evolución, fiel a una garnacha depurada por los años con notas de fruta amarilla madura -ciruela, piña- refrescado con ligeros adornos de pomelo.
La evolución en copa se hace notar en boca con un ataque soberbio repleto de sensaciones grasas con untuosidad en perfecto equilibrio con una acidez brillante de recorrido muy frutal, resultando largo en su final con un postgusto complejo.
A destacar... Un blanco enorme, corpulento y largo recorrido. Toda una sorpresa. Guardar de dos a tres años que puede estar brillante.
Maridaje recomendado: Pescado al horno y a la sal, así como ostras.
Felicidades por el gran trabajo y el buen fruto este Mendall a su autor Laureano Serres.