Todo un clásico este Prado Enea Gran Reserva del 82 en una de las míticas añadas excelentes de Rioja.
Difícil encontrar donde comprarlo y su precio, aunque en alguna página electrónica aparece tasado entre 60-70 euros.
A buen seguro que tuvo su momento de gloria. Hoy todavía se puede beber sin que le falte elegancia (imposible olvidarnos del valor histórico de lo que tenemos delante) pero se nota que el tiempo ha hecho mella en él.
Muestra un color teja muy evolucionado, rozando el marrón de capa media con algo de brillo en la superficie.
En nariz se comporta inicialmente (probablemente era de esperar) algo hermético, con predominio de la fruta madura y los lácteos fermentados. Con la aireación se va dejando ver algo más pero sin que cambie demasiado el fondo dulzón de la fruta madura y de los lácteos, ahora con un alcohol más marcado.
En boca sensación salada inicial que se acompaña poco después, tras un paso fácil y ligero, de una acidez marcada y un postgusto alcohólico no demasiado intenso.