Roda siempre fue de moderna, no engaña, si bien su modernidad parte de un concepto distinto. La concentración, la estrucación e incluso parte de la estructura ya se busca en la viña. La polemerización de los taninos es un concpeto del que oí hablar ya hace muchos años a Agustín Santolaya al pie de unas viejas viñas que iban destinadas al Cirsión. Por su puesto que no sólo la viticultura, también la enología busca como objetivo un vino de aire moderno pero generalmente en los vinos de Roda prima la finura sobre la contundencia. Visualmente destaca por su aspecto juvenil. Un 2001 que un atractivo granate con notable capa y un ribete muy vivo. También la nariz se muestra más "joven", con abundante fruta roja golosa, pero también con algo de fruta negra, incluso ligeramente confitada. En boca tiene buen ataque, con volumen, tanino firme, dulce y carnoso, largo y poderoso y no obstante con gran finura. Un vino de los que impactan, en especial cuando se busca materia.