Amarillo intenso, denso, aceitoso, con una lágrima lenta y gruesa. Una <

Amarillo intenso, denso, aceitoso, con una lágrima lenta y gruesa.

Una nariz bellísima como pocas, donde aparecen melocotón, albaricoque, notas balsámicas, ceras: cirio, amielados, leve toque a corteza de queso (entendido como un terciario), un bouquet perfectamente ensamblado y de una complejidad que se escapa a las palabras.

Suave, meloso, y fresco con una muy buena acidez (casi hiriente) que nos indica el tipo de crimen que estábamos cometiendo. Dulce muy bien contrarrestado (en exceso) por la acidez, no cansa en absoluto, aparecen notas a azúcar de caña, excelente duración. Una retronasal con una complejidad e intensidad apabullante: mieles, ceras, albaricoque maduro.

Un vino con el que meditar y acompañar una sobremesa durante muchas horas... No sé, me ha tocado este vino. Sinceramente, me ha puesto Sauternes en el mapa enológico. Excelente infanticio, menudo sentimiento de culpa (y eso que era un 89). ¡¡¡Muchísimas gracias Loma!!!

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