El vino es muy interesante, sobretodo en boca y la bodega elaboradora me da una garantía extraordinaria.

Rojo cereza de capa alta y pequeño ribete granate teja. En nariz se percibe una fruta del bosque madura y con notas de su relación con el oxígeno que recuerdan al algodón de azúcar y al vegetal cocido. Hay tierra batida, calado subterráneo, líquenes, esparto mojado, caja de semillero, especias, tierra de maceta, humus y una nota como de hojarasca en descomposición mezclada con tierra húmeda. En boca es rico, placentero, en el paso la fruta del bosque se vuelve más madurita, cremosa, tostada, aporta volumen y cierta astringencia tánica. Hay buena acidez. Posgusto frutal cremoso y también fresco, con tildes alicoradas por vía retronasal. Un vino que marca una diferencia hacia un perfil más moderno dentro de la línea de la casa, esa cremosidad quizás es de maderas más nuevas y la uva tendría mayor madurez fenólica en la vendimia además de maceraciones más largas, todo esto un suponer. Por el contrario, juega el factor tiempo, ya que como siempre digo lo que está rico antes desde el punto de vista del momento de consumo, es lo que puede perder en la crianza en botella. El vino es muy interesante, sobretodo en boca y la bodega elaboradora me da una garantía extraordinaria. Con la aireación el vino mejora, lo cual es una excelente evidencia, y no olvidemos que es un ¡ 2001 !.

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