Néctar digno de dioses!!

Pues tras algo más de dos años nos volvemos a encontrar con esta maravilla. Un clásico entre los clásicos este Paternina GVA 1.964. El nivel de líquido de esta botella estaba como medio centímetro por debajo del cuello. La intentamos abrir con nuestro abridor de lamas pero el corcho estaba tan adherido al cuello que su parte final quedó pegada. Al final lo conseguimos sacar sin mayores problemas. Dejamos respirar por espacio de tres horas y procedimos a su valoración sirviendo a 18°C.

VISUAL: Color rojo cereza de capa media-baja con un amplísimo ribete teja anaranjado. Muy brillante y cristalino (84).

OLFATIVA: En nariz nos encontramos un vino frutoso con notas dulzonas a mermelada de higo y ciruelas pasas. Con el líquido en movimiento surgen potentes balsámicos de eucalipto, especiados de canela y clavo, así como apuntes de fenogreco, té negro y polvorilla. No para de querer decir cosas y nos muestra más y más prescriptores, desván, fúngicos de trufa negra, naftalina y arcilla húmeda para terminar con una pátina terciaria bien definida. Cacao en polvo, cuero curtido, caja de puros, duelas envinadas, así como unos sutiles recuerdos a ebanistería fina. De nuevo un despliegue organoléptico que deja estupefacto al más pintado además de poseer una alta intensidad propia de esta espectacular añada pero impropia en vinos de 55 años (96).

GUSTATIVA: En boca todo un portento. Qué barbaridad lo de ésta afamada cosecha. Tremenda acidez, imponente, de amplitud inusitada, con un tacto lácteo y cremoso que aportan sus taninos perfectamente puliditos. Colosal, suave, sutil, es una obra maestra, elegante y absolutamente redondeado. Retronasal acompotado, con notas especiadas, coco, aromas de montebajo mediterráneo y apuntes terciarios por doquier (cacao y roble fundamentalmente). Persistencia de 3 minutos y 40 segundos de placer absoluto con un post-gusto amable donde los haya, de gran presencia, alta acidez y de mucha enjundia. Sin duda estos Paterninas GVA64 estarán siempre en mi podio de la mítica añada. Por Dios, qué disfrute con este néctar digno de dioses!! (97).

La RCP en esta botella excelente pues la sacamos por unos 32 euros hace unos cuatro años.

MARIDAJE: Nos tomamos la botella en tres ágapes. Con un "shuletón", con los embutidos ibéricos y la última con unos solomillitos. Con el chuletón fue apoteósico, vuelta de las fiestas de la Madalena en España y gran recibimiento en Cuenca. Tremenda y jugosa carne ecuatoriana con notas animales y sanguíneas equilibradas maravillosamente por los apuntes acompotados. Con el embutido ni os cuento, es el maridaje que nunca falla, sublime con el jamón ibérico y con el queso curado de oveja. Y con los solomillitos y unas papas criollas con tomillo y romero fresco alucinamos. Notas cárnicas y herbáceas armonizando elegantemente con los aromas especiados y a montebajo de nuestra reliquia. Cómo se disfrutan estos vinazos y qué penita que da cuando se acaban.

Salud-os!!

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Expatriator69

    Fotos:

    • Tremendo vinazo!!

      Tremendo vinazo!!

    • En la copa

      En la copa

    • A 18°C

      A 18°C

    • Con los chuletones

      Con los chuletones

    • Con el embutido ibérico

      Con el embutido ibérico

    • Con los solomillitos y las papas

      Con los solomillitos y las papas

  2. #2

    Juanjosantos

    Brutales estos clásicos riojanos y, más si cabe, en añadas tan excepcionales como esta 1964.

    Increíble que con 55 años un vino muestre ese aspecto (que podía pasar por el de cualquier vino de los 90 o, incluso por un 2000-2001).

    La acidez es, junto con el gran trabajo de taninos y maderas, el secreto (además de la añada), para que un vino supere, en excelentes condiciones de disfrute, los 50 años de vida.

    Visto el resultado, 32€ fue un verdadero chollo (cualquier vino bueno "normal" actual te cuesta eso o incluso más).

    Un abrazo

  3. #3

    Expatriator69

    en respuesta a Juanjosantos
    Ver mensaje de Juanjosantos

    La verdad es que fue una botellaza de escándalo, pero ojo, es la tercera y no ha fallado ni una. Eso dice mucho de la bodega y del vino por supuesto.
    También he probado varias del GVA 1962, espectacular y otra añada mítica sin duda, y cómo no el Conde de los Andes de 1.959 , algo sublime. Paternina hasta mediados de los 80 es mucho Paternina. Como comentas esa acidez que mantienen es la clave sin duda pero es que encima aguantan los aromas de modo increíble. Una delicia para que la disfrutemos todos!!
    Salud-os!!

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