Una maravilla didáctica.

Color ambarino dorado. Compleja nariz que necesita de la aireación, con iníciales aromas clásicos terciarios de la variedad que recuerdan al almizcle y al “ Pipí de Gato “, madera de boj y valeriánicos, cueros, sensaciones de la serie animal, fondo ahumado – quemado, albérchigos, peras cocidas, carne de membrillo, jalea real, miel, flores ajadas, cierta mineralidad calcárea y de fósiles, especias y tabaco rubio. Conforme se airea se perciben recuerdos cremosos y de pastel horneándose con membrillo, canela y palo de vainilla. Es como la base de un perfume. En boca es de ataque meloso, goloso, amargoso, evolución con buena acidez que le eleva el esqueleto dejándolo algo débil al paso, buena evolución con sensaciones amargosas y frutales en el posgusto, que se antoja ligero y acuoso - amargoso. Retronasal terciaria, vegetal, animal y frutal madura. Sinceramente creo que es el mejor y más complejo Chardonay que tenemos. Una maravilla didáctica para la cata de los matices terciarios de vinos blancos. La nariz es de ensueño. Una maravilla que evoluciona constantemente combinado fruta blanca madura, terciarios y mineralidad. Es primo hermano de los finos Jerezanos desde el punto de vista sensorial. Necesita una decantación mínima de media hora.