Qué malas son las expectativas exageradas!

Este La Sombrilla 2015 lo compré en el Wine Palace de Terrassa. He bebido recientemente un El Paraguas Atlántico de 2019 que me causó buenísima impresión, por lo que esperaba que La Sombrilla -el "hermano mayor"- fuese aún mejor. Además, los años de botella me daban todavía más esperanzas de encontrar algo muy especial.

El color dorado intenso al servirlo seguía prometiendo. Pero la nariz se quedaba corta. Muy frío quizá, así que le doy tiempo en copa. Algo se va abriendo, con fruta de hueso, melocotón, albaricoque, flores también. Pero la intensidad relativamente baja.

En boca entra muy untuoso. Al principio con una punta de amargor que se disipa en copas posteriores. Paso fácil y agradable, pero con la acidez ya muy caída y una persistencia sólo media. Muy elegante, eso sí.

En fin, que esperaba más. Quizá injustificadamente.