No tengo paciencia, ni edad, para guardar vinos que además tengo presente que su evaluación será buena.
La primera impresión en nariz son aromas de cueros limpios y notas torrefactas, la aireación es imprescindible para que nos explique más cosas. Aparece la fruta recordando la fruta en licor como cerezas y moras. Aromas especiados y balsámicos, toque de regaliz y vuelven los terciarios y la mineralidad.
En boca tiene cuerpo, con excelente acidez, los taninos pulidos, con carácter especiado ( clavo, pimienta negra), la fruta con sensaciones parecidas a lo que encontramos en nariz, con la crianza menos intrusiva que en nariz, final largo y agradable.
Bueno, diez años para un Tempranillo tampoco puede decirse que sea tener poca paciencia! :))
Además, es lo que tú dices: dar botella tiene sentido siempre y cuando la evaluación actual desmerezca la evaluación futura. Y por lo que dices, no ha sido el caso!
Creo que aún tenia vida por delante, esa acidez caracteristica de Rioja todabia estaba muy viva. Aún asi lo he disfrutado mucho.
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