Jordi Esteve es una exótica seta forastera que compareció en el Empordà, babosa recién llegada a Rabós. Jordi construyó su acrópolis allí para poder observar, pensar, hacer, montar, disfrutar, caminar, podar, conocer, volver, abrir, vender, ver, correr, coger, fermentar, cambiar, desbrozar, luchar, aprender, cosechar, cocinar, descubrir, recuperar, escuchar...
Todos los vinos son elaborados con uva de viñedo ecológico de la villa y vida de Rabós de Empordà, en el Paraje Natural de Interés Nacional de la Albera. Terreno pizarroso. Uva de plantas centenarias. Levaduras salvajes. Criterios de mínima intervención.

La cariñena es una variedad valiente, tinta, contundente y azucarada, da vinos oscuros, astringentes y con un toque herbáceo, son vinos introvertidos y silenciosos, no te lo dan todo de entrada, se alejan de la obviedad, no son fáciles de entender, necesitan ser escuchados, no son inmediatos, no van en consonancia a la sociedad actual, son para los pacientes que no se dejan deslumbrar, son vinos y personas de mirada secreta, poco a poco los iras descubriendo.

Color rojo cereza con el ribete púrpura, de capa media-alta, limpio y brillante.

En nariz es muy intenso, explosión de fruta roja y sobre todo negra en sazón, de corte dulzón, ciruela madura y cereza picota; tiene un trasfondo terroso y herbáceo, algo sangriento, hemoglobínico.

En boca tiene una entrada opulenta y dulce, un punto deliciosamente amargo que se ubica en el fondo del paladar, buena acidez en los laterales con un final ligeramente picante en la punta de la lengua; algo rústico, taninos presentes pero nada agresivos, sabroso y carnoso.