Me regalo esta botella un gran amigo mío hace cinco años y la he guardado en espera de alguna ocasión, que se ha presentado en ocasión de mis 60 años.
Se presenta de color picota con tonos rojizos brillantes y capa media alta
Aroma profundo, tenue pero activo, licor, barniz, sacristía, picadura de pipa, champiñón, aun parece guardar un ligero recuerdo a cerecitas.
Boca extraordinaria e increíble, muy vivo, mantiene una acidez inpresionante para su edad, se advierte un cuerpo potentísimo, descomunal, que como es de esperar se halla totalmente suavizado y pulidísimo. Milagro de equilibrio. Final larguísimo que vuelve a mostrar la inaudita potencia que tuvo y en parte, retuvo. Creo que jamás he probado un vino tan viejo en tan perfectas condiciones, dejando a salvo los dulces. No es un vino viejo, es un vino maduro y en perfectas condiciones. No es que emocione, es que hace llorar.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.