Vino elaborado por Jérôme Bougnaud que no conocía y me ha sorprendido muy gratamente. ¿Quién es Jérome?, pues el primer elaborador del Quinta Sardonia.

      Vino presentado en una botella borgoñona que está vestida una moderna etiqueta en la que predomina el color azul turquesa. El corcho que la cierra de calidad y en él se significa la añada, nombre del vino y la cara que ha estado en contacto con el vino muy tintada.

     A la vista un color rojo picota de capa alta. Muy limpio y brillante. Con una abundante, gruesa y lenta lágrima en su carrera por el cáliz de la copa. Ribete granatoso.

     En nariz frescas frutas rojas y negras del bosque en sazón. Madera de su crianza muy bien integrada y sin sobresalir. Mandan sus abundantes y frescas frutas. Notas balsámicas, ligeras violetas y  débil pimienta negra.

     En boca es donde mejor se expresa. Es muy elegante, sedoso, aterciopelado, frutal, equilibrado, mineral, carnoso y con volumen. Mantiene una fresca acidez que le otorgará años de vida y que ahora invita a beber y beber. Elegante, fresco, sedoso y frutal paso de boca. Es un vino muy largo. Me dá una permanencia de 3,15 minutos.