El vino sigue en plena forma, pareciera que es del 2001 en lugar del 95. En color parece haber perdido algo de capa y el borde es razonablemente atejado. En nariz no deslumbra, notas modestas de crianza, cacao con vainilla y fruta madura, calidez casi alcohólica. En boca sin embargo sigue pletórico, con buena acidez, amplitud, untuosidad y persistencia. Tanino más aceptable y sin sensaciones secantes. Final potente, de fruta madura, cacado y algo de alcohol. Baja 0,25 respecto a hace año y medio, pero igual es simplemente que soy yo el que se ha vuelto más exigente. Precio algo elevado pero aceptable (19 euros).
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