Buen blanco de godello, joven, fresco y muy fácil de beber

Botella borgoña  con etiquetado semitransparente, tapón de cristal muy original y, en su suma, muy buena presentación.

Sacado bien frío de nevera y atemperado a unos 8ºC.

Visual

Amarillo dorado pálido pajizo con reflejos verdosos, leves burbujitas de carbónico que indica que fue embotellado hace poco, limpio, límpido, brillante y muy bonito. Aspecto muy joven. (9,5)

Nariz

De intensidad media a media-alta con mucha fruta cítrica fresca y blanca de hueso de poca madurez, notas tropicales (maracuyá, mango), flores blancas, herbáceos, balsámicos sutiles, algo de heno y un punto anisado.

Buena nariz: jovial y fresca que ganará algo de complejidad con 1-2 años más de botella. (8,75)

Boca

Entrada fresquísima y frutal, de gran acidez, seco, sabroso, de volumen, densidad, cuerpo y estructura medias pero con un punto graso, cremoso y untuoso que sorprende por su juventud y lo hacen muy gastronómico.

El paso por boca es muy agradable, de gran frescura, redondez pero con margen de varios años de evolución en botella (aunque sea un vino pensado para consumir en 2 años).

El final es de media longitud, con muy grata impresión a fruta blanca y verde muy levemente amargosa, anisados, herbáceos y leves mentolados que invita a seguir bebiendo. (8,95)

Excelente blanco joven de Godello de gran RCP (me costó unos 8€ en oferta aunque suele rondar los 10€).

Me queda alguna botella más para seguir su evolución.