Con treinta meses de crianza me esperaba algún tipo de “bomba maderil” sobreextraída y me sorprende inicialmente su capa, que siendo alta no lo es exageradamente.
La nariz es de intensidad media y muy frutal con fruta roja y ciruelas. También tostados y tabaco rubio. No demasiado rica en matices aunque a la cena (fue abierto a la comida) se abre algo más y muestra cacaos y sotobosque.
Otra vez más sorprende su entrada en boca, fresca y con cuerpo sólo medio (nada que objetar, muy agradable). Tanino muy sedoso, acidez correcta y persistencia media.
Un buen Ribera, bien balanceado y bastante elegante, pero tenía mayores expectativas de complejidad tanto por precio como por otras referencias y reseñas.
Veo mucha dispersión de precios: entre 30 y 40 euros. En ese rango de precio me parece que hay mejores opciones.
Vino de capa alta con borde granate, mucha lágrima, muy densa y glicérica.
Frutas negras dulces, compotadas, ahumados, ceniza, tierra, tabaco, cacao, ligero toque especiado y debajo de todo eso, incluso algún ligero toque floral.
En boca tiene una entrada densa, buen cuerpo, muy envolvente, buena acidez, redondo, equilibrado, algún toquecito dulce goloso, tanino bien integrado, potencia bien gestionada, post gusto largo, duradero, suave para disfrutar.
VI-NA-ZO
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